Pensando en tu sitio web

Quiero que me hagas la página. Esa es una frase que sentimos muy seguido. Lo primero que nos surge es para qué? Para qué quieres una web, qué piensas hacer con ella? Cómo va a ayudar a tu negocio o proyecto?

Nos dieron ganas de compartir algunas cosas que hemos aprendido, no son la verdad revelada pero al menos son nuestros propios límites al a hora de trabajar y acompañar al cliente en el proceso de construir sus canales de comunicación.

En primer lugar el diseño debería ser el capítulo final, cuando pienses en tu sitio no pienses en cómo debería verse, pensá en quién lo va a ver. Pensá en esa persona, ponele nombre y apellido, pueden ser varias si es que tienen características distintas. Luego ordená tus contenidos, los textos que te describen, las fotos que te representan (siempre a vos y/o tu producto) la información que te vincula. Luego y tal vez lo más importante, pensá en que un sitio es un puente que te vincula con el otro, pero no vas a poder estar presente cuando el otro lo cruce hacia vos así que tu sitio tiene que ser claro, tener indicaciones que le permitan a ese otro navegar con criterio, tiene que ser limpio de obstáculos (pensá si todo lo que querés poner es realmente necesario).

Es decir y para no seguir aburriendo, el denominador común que atraviesa el proceso no sos vos, es el otro. Es esa persona a la que querés llegar. El diseño es parte de la comunicación así que si eso que se mueve no ayuda a la claridad entonces mejor que no se mueva.

Aquí dejamos algunas preguntas disparadoras que puedan ayudarte en el pienso y el proceso:

¿Cuál es tu idea? ¿Qué es lo que deseas ofrecer?

¿En qué te diferencias? ¿Qué tienes o tiene tu marca que engancha y atrae a tu cliente? ¿Qué te hace única?

Que puedes aportar que otros no estén ofreciendo.

¿A quién se lo quieres ofrecer? El cliente ideal

Define sexo, edad, estatus social, etc… Cuanto más preciso seas, mejor

¿En qué les puedes ayudar? ¿Qué problemas vas a resolver con tus productos y servicios?

¿Cómo puedes ayudar a mejorar sus problemas? ¿Qué métodos utilizas para resolver dichos problemas?

¿Qué quieres transmitir? ¿Con qué valores te identificas? ¿Qué quieres que piense tu cliente cuando vea tu marca?

Para llevar a cabo este ejercicio, te sugerimos que hagas un listado de adjetivos que puedan identificarse con tu branding. Anota entre 10 y 20, verás como los distintos adjetivos te evocan una cosa u otra; por ejemplo: “inteligente, serio, elegante, profesional, institucional, correcto, recto, rígido” o “fresco, orgánico, divertido, profesional, liviano…”.

Vuelve a pensar en ese cliente que has definido y responde a estas preguntas:

¿Motivos por los cuales no te contratan?

Necesito más visibilidad,me he dado cuenta que las redes están en permanente cambio,y debo mostrarme más,sobre todo realizando servicios

¿En qué les pueden ayudar tus servicios y productos? Una sola palabra autoestima,verse bien la eleva muchísimo.y todos necesitamos eso 

¿Qué dudas o preguntas les asaltan respecto a tu producto/servicio?

¿Qué información le puedes facilitar para animarle a trabajar contigo?